La industria de los smartphones podría estar preparándose para un regreso insólito: terminales con 4 GB de memoria RAM como configuración base, algo que parecía obsoleto en pleno 2025 pero que podría hacerse realidad en 2026 por una razón simple y directa: el precio de la memoria RAM está subiendo de forma significativa.
Según un análisis de Xataka, la escalada en los costos de los chips de memoria DRAM y NAND (componentes esenciales tanto para ordenadores como para teléfonos) está presionando a los fabricantes a replantear sus especificaciones técnicas para no subir los precios finales de los dispositivos.
Este fenómeno de aumento de precios no solo afecta al mercado móvil. Informes recientes señalan que la escasez de memoria RAM está escalando globalmente debido a la alta demanda de los centros de datos y aplicaciones de inteligencia artificial, lo que reduce la oferta de módulos para consumidores y encarece aún más la fabricación de dispositivos electrónicos. En este contexto, los fabricantes podrían optar por reducir la RAM en móviles de gama baja y media, volviendo a los 4 GB en lugar de los 6 GB o 8 GB que se habían convertido en estándar en los últimos años.
La propuesta de volver a móviles con 4 GB de RAM no significa que el rendimiento vaya a mejorar, sino que es una estrategia para mantener precios competitivos en un mercado donde los costes de producción están aumentando.
Como explica Xataka, esta medida afectará principalmente a las gamas de entrada y media, donde los usuarios podrían notar diferencias de fluidez en aplicaciones exigentes o multitarea comparado con dispositivos que tienen mayor memoria. Sin embargo, con la lógica de que “menos RAM puede significar precios más ajustados”, las marcas buscan atraer a consumidores que priorizan el precio por sobre las especificaciones premium.
Un efecto colateral interesante de esta tendencia es la posible vuelta de la ranura microSD en muchos teléfonos. Según el mismo análisis, al reducir tanto la memoria interna como la RAM para contener costos, los fabricantes podrían reenfocar los dispositivos con almacenamiento ampliable, lo que permite que el usuario compense la falta de memoria con tarjetas externas.
Esta decisión respondería directamente al entorno actual de la industria, en el que los componentes clave se encarecen y las estrategias para mantener margen competitivo pasan por ajustar las especificaciones de hardware.
