En un hito tecnológico que podría cambiar para siempre la forma en que interactuamos con las pantallas, un equipo de investigadores de la Julius‑Maximilians‑Universität Würzburg (JMU) en Alemania ha desarrollado un píxel orgánico luminoso (OLED) con unas dimensiones de 300 × 300 nanómetros, equivalente al grosor aproximado de una punta de alfiler.
Este avance técnico plantea la posibilidad de incorporar pantallas de resolución 1080p completas en un área de apenas 1 mm², lo que abre puertas para futuras gafas inteligentes ultradelgadas.
El equipo alemán utilizó una nueva estructura que incluye una antena óptica metálica junto a un delicado aislamiento dieléctrico para evitar la formación de filamentos conductores; un problema crucial cuando se reduce el tamaño de los píxeles. Gracias a ello, el nuevo píxel mantiene el mismo nivel de brillo que los OLED convencionales.
Esto puede transformar las pantallas usadas en dispositivos de realidad aumentada (AR) o gafas inteligentes: con un área tan reducida, la integración en las patillas u otras zonas de la montura se vuelve viable, reduciendo peso, volumen y consumo energético.
Sin embargo, aún quedan retos por superar. La eficiencia actual del dispositivo ronda apenas el 1 % y solo emite luz de color naranja; falta trabajo por hacer para lograr los tres colores básicos (RGB) y hacer viable su uso comercial. Además, aunque los píxeles demostraron estar estables durante dos semanas en condiciones ambientales, el camino hacia su escalado industrial y durabilidad sigue siendo largo.
