Disney dio un paso histórico en la convergencia entre tecnología y entretenimiento al anunciar una inversión de 1.000 millones de dólares en OpenAI, movimiento que diversos medios como El País y Financial Times califican como uno de los acuerdos más relevantes del año en la industria creativa.
Con esta decisión, la compañía fundada por Walt Disney busca posicionarse en la primera línea del desarrollo de inteligencia artificial, apostando por nuevas formas de producción audiovisual, interacción con usuarios y exploración narrativa que antes parecían inalcanzables. Según El País, este acuerdo también incluye que OpenAI pueda utilizar parte del vasto catálogo de personajes de Disney en sus modelos generativos, abriendo un escenario completamente nuevo para la creación de contenido digital.
La alianza contempla que más de 200 personajes emblemáticos (incluyendo figuras de Marvel, Pixar, Star Wars y clásicos de Disney) puedan ser utilizados dentro de herramientas como la plataforma de vídeo generativo Sora y los modelos de ChatGPT dedicados a la creación de imágenes e historias.
De acuerdo con Cadena SER, esto permitirá que los usuarios generen clips, ilustraciones y piezas breves usando personajes icónicos como Mickey Mouse, Buzz Lightyear o incluso héroes del Universo Marvel, siempre bajo un marco legal controlado y autorizado directamente por Disney. Esta apertura, inédita en la industria, demuestra la disposición de la compañía a integrarse activamente en el ecosistema de la IA generativa.
Medios como Euronews destacan que esta decisión marca un punto de inflexión en la relación entre Hollywood y la inteligencia artificial, pasando de la preocupación por el uso no autorizado de propiedad intelectual al diseño de estándares y acuerdos comerciales que incentivan la innovación.
El movimiento también responde a un escenario competitivo donde los estudios tradicionales buscan nuevas fórmulas para llegar a audiencias globales, especialmente en plataformas digitales. Disney, al asociarse con OpenAI, no solo accede a tecnología de punta, sino que también influye en su desarrollo, asegurando que los modelos aprendan a manejar licencias oficiales con reglas claras y transparencia.
Una de las condiciones clave del acuerdo, según The Guardian, es que la licencia no incluye el uso de voces ni imágenes reales de los actores que interpretan a los personajes, lo que significa que las herramientas de IA no podrán replicar rostros o tonos vocales de intérpretes humanos.
Esta medida busca proteger derechos de imagen, evitar controversias con la comunidad artística y mantener un equilibrio entre innovación tecnológica y responsabilidad ética. De esta forma, Disney asegura que el uso creativo de sus personajes se mantenga dentro de los límites legales y en armonía con los profesionales que participan en sus producciones originales.
