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En una jugada que redefine la cadena global de semiconductores y pone en alerta al mundo tecnológico, Donald Trump anunció que los chips de inteligencia artificial más avanzados de Nvidia (la serie Blackwell), quedarán exclusivamente disponibles para clientes estadounidenses, y no se permitirá su exportación a China u otros países, según reportó Reuters.
El presidente Trump señaló que “lo más avanzado, no lo dejaremos que nadie lo tenga, excepto Estados Unidos”, refiriéndose a los nuevos chips Blackwell, considerados el mayor salto tecnológico en la historia de Nvidia.
Estos procesadores están diseñados para acelerar sistemas de inteligencia artificial generativa y aplicaciones empresariales, marcando un antes y un después en la industria.
Aunque en julio se habían flexibilizado algunas licencias de exportación para chips de menor capacidad, la nueva postura representa un endurecimiento radical en las restricciones hacia China, reforzando la política de supremacía tecnológica estadounidense y el control de la cadena de innovación, con implicancias estratégicas y comerciales a escala mundial.
Para el retail tecnológico, la medida tiene efectos inmediatos. La exclusividad de estos chips podría generar cuellos de botella en la producción de equipos avanzados y limitar la disponibilidad de componentes esenciales para fabricantes internacionales.
Esto puede traducirse en una menor oferta, incrementos de precios o retrasos en la llegada de productos de alto rendimiento a los mercados de Latinoamérica.
Aunque las medidas afectan principalmente a la relación comercial entre Estados Unidos y China, sus consecuencias se expanden a todo el planeta. Los fabricantes de hardware que dependen de componentes de origen estadounidense podrían ajustar su producción, afectando también a los distribuidores en América Latina.
En Chile, el consumidor podría notar alzas en productos que integren chips de IA o tarjetas gráficas de última generación, un escenario que refuerza la importancia de comprar de manera anticipada o aprovechar las disponibilidades actuales antes de que los costos globales cambien.